No es extraño escuchar los cuestionamientos de los alumnos frente a la existencia de las asignaturas artísticas dentro de su plan “holístico” de estudios, y por el contrario, son pocas las justificaciones que se dan al respecto. He aquí el principal problema de empoderamiento del lenguaje artístico en los estudiantes, ya que al no comprender la razón por la cual se le está enseñando dicho lenguaje, pierden totalmente la atención y motivación por éste.
¿Cómo valorar la percepción de un cuadro de Monet frente al carácter empírico y cuantitativo del Teorema de Thales?, ¿Cómo discriminar entre las formas musicales como la Fuga o el Canon, frente a la comparación entre electrón y neutrón?, ¿Cómo apreciar el trasfondo kinestésico del teatro frente al análisis biofísico de éste?, ¿Cómo entender la metafísica de una Oda frente a los parámetros lingüístico al que está sujeto? A raíz de estos cuestionamientos, es necesario recordar que el arte, al contrario de otras áreas del conocimiento, está sujeto a la percepción subjetiva y personal de cada individuo, y esta percepción está definida por una gran variedad de factores y experiencias socioculturales. El arte en Chile, por lo general, es un lenguaje poco abordado y reconocido como tal. Todos manejamos conceptos básicos, al menos, para entender una operación matemática o fenómenos naturales, pero pocos son capaces de “leer” el arte y entender lo que dicho arte está presentando. Primero que todo, es imprescindible entender qué es el arte, y para aquello recurriremos a la definición que nos brinda la RAE, la que indica que arte es una “Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”[1]. De esta denotación podemos extraer la esencia de lo que es arte, ya que estaremos de acuerdo en que no todo lo que indica el anunciado es apegado a la realidad de la práctica artística, como el “desinterés” del provecho personal o monetario que podría generar, eventualmente, la actividad artística. De hecho, el arte ha sido, casi en su totalidad, una actividad ligada a las élites sociales, tanto para quienes lo crean como para quienes lo disfrutan. Antiguamente, quienes podían asistir a los grandes eventos artísticos eran personas que podían costear dicha entretención, y los artistas eran contratados por mecenas, quienes costeaban sus experimentos artísticos para su propio provecho. En la actualidad, si bien los eventos artísticos son abiertos a todos los segmentos sociales, y muchos suelen ser gratuitos, la gran mayoría de las personas que asisten siguen siendo de un estrato social elevado, que han recibido una instrucción artística que le permite extraer el contenido de dicho arte. Entonces, ahora, la pregunta pertinente es ¿Qué beneficio nos ofrece el estudio y manejo del lenguaje artístico? Así como no basta con evidenciar el desastre evidente que puede ocasionar un fenómeno natural, sino que se busca la explicación para dicho evento, el arte tiene un lenguaje propio que es necesario analizar y entender para pasar de sólo la sensación evidente que genera el arte en sí mismo a un estado de comprensión del argumento teórico que sustenta y suscita la emoción. El por qué del uso de la técnica del pincel en “La Gioconda” de Da Vinci, de los cortes realizados para generar las pequeñas figuras del dintel de “Las Puertas del Infierno” de Rodin, el comienzo acéfalo del primer movimiento de la “Quinta Sinfonía” de Beethoven y las metáforas dentro los libros de Borges nos dirigen, indubitablemente, a la comprensión total y holística del arte, y ese es el gran beneficio que nos ofrece su estudio, pasar de ser un simple espectador pasivo, a un ente participante analítico del arte mismo. Al punto anterior, y ahora especificando en el arte musical, es importante transmitir este mensaje a los estudiantes, ya que es vital que entiendan que dentro de su formación académica es necesario, para tener un verdadero aprendizaje holístico e integral, el dominio del lenguaje musical. Las personas escuchan música diariamente, y sus gustos son de suma preponderancia en su carácter, imagen y retórica. Es decir, nos generan un sentido de pertenencia e identidad que probablemente otra área del conocimiento y entretenimiento es capaz de lograr. De lo anterior, entonces hay que hacer el alcance a los alumnos, ¿Entonces, por qué no estudiar música, si esta es la más influyente en nosotros? Sí, es probable que el 99% de los estudiantes no estudien música de forma universitaria o formal, pero el Dr. En Matemáticas también escucha música, y es tan importante escucharla como formular sus cálculos, y es por eso necesario que dominemos, al menos de forma básica, su lenguaje. El arte seguirá siendo la vía expresiva más usada por la humanidad, y seguirá evolucionando en sus distintas aristas, y es por esto que es mejor comprenderlo y tenerlo de amigo, que ignorarlo y desconocer completamente su esencia teórica-expresiva. Mauricio Castillo Hidalgo Profesor de Artes Musicales (UMCE) [1] Definición de Arte de la Real Academia Española, http://lema.rae.es/drae/srv/search?id=tMEhYK41MDXX2KKKu3PW |
AutorEste blog es para compartir con todos los melómanos los grandes tratados y cursos de música que se han publicado. |